Las emociones y sentimientos son una parte muy relevante del mundo que los niños(as) deben reconocer y aprender a denominar. Este aprendizaje requiere de la capacidad de los padres para percibir e identificar las emociones del niño(a) y transmitirles la lectura correcta. Tu puedes cultivar el lenguaje emocional desde muy temprano, siendo observador activo de las sensaciones y sentimientos que experimenta tu hijo(a) y verbalizando su nombre para que él (ella) relacione sus sensaciones corporales con la palabra precisa: “este ruido te asustó”, “tienes celos de tu hermanito”, “sé que te enoja cuando no te dejo hacer esto”; etc.